martes, setiembre 25, 2007

Día 45, martes

Empiezo a pensar que los días son iguales. Llego al diario y, por ejemplo, tengo que redactar la misma nota sobre la elección del primer ministro japonés de ayer. De regreso, me encuentro en el paradero con el mismo chico delgado y con cola de caballo. Lo único que parece cambiar con el pasar de los días es mi acidez estomacal en aumento. Me enfermo por andar con polo y con lentes de sol como si fuese verano. Lo más frustrante es la seguridad de que las tiendas de la avenida Arequipa son las mismas, así cambie de dirección.